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domingo, 21 de noviembre de 2010

Capítulo 20. Otoño.

Buenos días de nuevo querido otoño. Ya estábamos a finales de noviembre y los abrigos eran una prenda obligada a primera hora de la mañana, aunque por suerte, aquí ni en pleno invierno el termómetro bajaba mucho de los cero grados.

Mi habitación llevaba bastante más de un mes en un silencio irritante. Lidia había vuelto a su casa, y aunque fuese poco el tiempo que permaneció aquí, ya echaba de menos bordearle un poco. No era la única. Al parecer Victor se tiró varios días vagando ausente, aunque después de todo sirvió para que él y Andrés dejasen la aparente pequeña trifulca por los encantos revolucionarios de hormonas masculinas de mi prima. Al final ambos se quedaron sin nada, ella siempre ha sido así. Recuerdo que de pequeñas, en uno de nuestros viajes familiares a la costa del Sol, tres niños inocentes competían por hacernos el castillo más bonito. Yo me quedé con una torre deforme, ella tenía tres pequeños “Palacios de Versalles” y a los niños emocionadísimos. Les dijo que eran unos inútiles y los pisoteó. Seguramente fue la primera vez que a aquellos niños de apenas ocho años les llamaran inútiles. Pero a decir verdad, un poco si que eran.
No sé qué consuelo buscaron aquellos niños, pero según Gabriel el de Víctor y Andrés era más que fácil y evidente. Una ducha fría.
-¿Verdad Celeste?
-Amm...-intenté encontrar sin éxito la respuesta a una pregunta que no había escuchado.
-Atiende y deja de mirar por la ventana, anda. -concluyó el profesor de historia. Pillada in fraganti. -Como iba diciendo, la restauración fue el proceso histórico por el cual Europa...

Desconecté de nuevo. Estaba un poco en babia. En realidad, estaba bastante. Hacía mucho tiempo que no tenía nada interesante en qué pensar así que mi mente, con un mono inmenso de imaginar tonterías, divagaba sin límite alguno. Pero el señor que nos explicaba el pasado, no era el único que se percató. Recuerdo que esta mañana mi madre también dijo algo por el estilo...

-Celeste, ¿el paisaje otoñal que observa por tu ventana es bonito verdad? Además tiene un punto de añoranza que va mucho contigo, por eso elegimos este cuarto para ti. -dijo mi madre desde la puerta, con un inusual punto sensible que no terminaba de comprender, sobretodo porque el cuarto lo elegí yo.
-Mamá no te lo tomes a mal pero... ¿a qué viene esta cursi y estúpida milonga? -Laura se rió, seguramente de mí.
-Pues si te parece cursi imagínate tu cara de adolescente en plena fase “cuelga tú”. Pero me alegro de que te des cuenta de que mirar amanecer por la ventana es cursi y estúpido, sobretodo cuando vas a llegar tarde a clase. Baja en cinco minutos Cáceres. -dijo imitándose a si misma como profesora.

Ese ya no era el tono en modo mamá, ahora era modo sargento y su antigua manía de llamar a los alumnos por el apellido. Eso me recordaba que nuestro nuevo entrenador tenía esa misma manía. Ese sí que era un sargento, y además rebosaba prepotencia. Aunque debía decir a su favor que no habíamos perdido ni un solo partido, quizás por el echo de que no habíamos jugado ni un solo partido. A parte, aún no habíamos tenido el inmenso placer de conocer a nuestras queridas compañeras, puesto que ellas entrenaban en un acogedor pabellón con las mejores instalaciones y nosotras a la intemperie. Para colmo, por si no tuviese los suficientes motivos para pensar que el cambio de equipo había sido una horrible idea, nadie aportaba nada nuevo sobre Lucas. Y claro, así no había manera alguna de enterarme del por qué Lucas se mostraba tan reacio a mi condición de “deportista” en Horquilia. Cuanto más lo pensaba más ridículo me sonaba ese nombre.
Volví al presente. Estaba repartiendo los exámenes.
-Dios mio, voy a suspender, voy a suspender, voy a suspender... -miré con mala cara a Candela, la empollona de clase que estaba sentada a mi izquierda. El examen cayó en su mesa. Un 9'1.
-Casi fallas. -le sonreí mientras buscaba con la mirada al maestro esperando mi nota.
-No sé que haces para aprobar, pero atender en clase seguro que no. 7'4.

Poco después sonó el timbre. Bajé las escaleras a toda prisa, deseosa de salir de aquellas paredes y respirar tranquila en el parque aunque solo fuera media hora. Cuando me faltaba un escalón para llegar arriba tropecé con alguien. Se escuchaba a dos o tres niñas reírse cerca. Las miré. No debían de tener más de doce años.
-¿Algún problema, monas? Acaban de llegar y ya se creen las reinas del instituto... Se acabó la función, andando. -Les ofrecí una falsa sonrisa y se fueron.
-Me encanta cuando te pones así. -Dijo detrás de mi la persona con la cual me choqué. Me ofreció la mano para levantarme del escalón y la acepté. Me arrepentí en cuanto relacioné la voz con la cara.
-Genial Iván, incordias hasta sin quererlo. -Me levanté y jalé mi mano de entre las suyas.
-Echas de menos a Helena, ¿eh? -Me volví, miraba la mano que antes había cogido. La pulsera.
-Ella a ti no mucho la verdad. Se lo está pasando en grande.
-¿Ves a Helena? -pregunté con repentino interés. Negué con la cabeza. -No puede ser está a no sé cuántos kilómetros de aquí. -Iván bufó.
-Celeste, Celeste... tu inocencia te hace adorable.
-¿Cómo que...?
-Ah, ah, se me acabaron las respuestas. Pregúntale a tu novio, estará encantado de responderte.


El parque estaba de un inusual solitario. Basicamente lo ocupábamos alumnos de bachillerato y estábamos empezando los exámenes trimestrales así que la mayoría atestaban la biblioteca. Entre ellos Lucas . A mi lo último que me hacía falta ahora era una biblioteca.

De lejos vi a Andrea acercarse. Gabriel, Lucas, Victor y Andrés habían estado unos días fuera, supuestamente navegando. Volvían esta mañana así que Andrea se tomó las tres primeras horas de vacaciones. La verdad es que se tomaba muchas vacaciones desde que solucionaron sus problemitas en ropa interior. A diferencia de Gabriel, Lucas corrió a la biblioteca en cuanto llegó porque iba atrasado con el temario de no sé que asignatura.

-¡Imbécil! -me saludó cariñosamente. -¿Sabes qué?
-No.
-¡Oh, qué simpatía! ¡Mira! Hasta brilla... ¿Qué te pasa?
-Ahora no, cuando terminen las clases te cuento. Dime tú qué se te ha ocurrido ahora.
-¿Segura? -asentí. -Vale pues se me ha ocurrido que... redoble de tambores... tatatachán...
-¡Andrea!
-Vale fiera... En menos de un mes son las vacaciones de Navidad y el pijo y rico de mi novio, tiene una casa en la sierra. El plan es irnos el 24, para pasar allí la nochebuena y venirnos el 31 para cenar en fin de año con la family. Y digo cenar porque luego, ¡nos correremos una buena juerga!
-¡Claro! ¿Tú se lo dices a mis padres vale?
-Blah blah blah, sabía que dirías eso. Pero se te olvida que hablas conmigo, osease tu inteligentísima amiga que piensa por las dos. Mi padre ha convencido a mi madre, el otro día salieron y convenció a los tuyos.
-¿¡Y por qué no me has dicho nada hasta ahora!? -Se encogió de hombros.
-Sorpresa. -dijo Andrea.

Mi cerebro pasó el resto del día dividido entre lo bueno y lo malo. Aunque me comía por dentro las palabras de Iván, me era inevitable no pensar en la posibilidades de llevar a cabo el plan navideño de Andrea. La nieve, una chimenea encendida, música, amigos, Lucas, Lucas otra vez, Lucas de nuevo... Lucas el que sabe no sé qué sobre Helena que yo no sé... El simple echo de que alguien me estubiese ocultando algo me alejaba de todo pensamiento amigable. Y así me lleve las últimas tres horas de un tema para otro.

Cuando iba a entrar en casa eran más de las tres porque estuve contándole a Andrea el encuentro con Iván. Mientras lo hacía me sentí incomoda, como si alguien nos escuchara. Comprobé si era mi hermano pero hacía rato que habrían empezado a comer. Metí la llave en la cancela y de pronto alguien me agarró por detrás. Contuve el aliento.

-Shh... No grites, voy a secuestrarte de todos modos. -susurró.
-Imbécil me has asustado. -dejé caer el peso del cuerpo de espaldas sobre él y eche la cabeza hacia atrás. Le sonreí y me dio un beso en la mejilla-¿Se os hundió el barco?
-¿Qué barco? -se quedó pensativo. -¡Ah ya! Que tonto soy, tanto estudiar... Bien bueno, no estuvo mal el tiempo. Por cierto... vi a Helena. No conocía a la gente con la que iba, creo que iba Iván...

Suspiré aliviada. Resuelta la tragedia, por una parte. No sabía aún por qué razón tanta reprimenda entre Lucas e Iván y esta tarde en el entrenamiento descubriría algo, como que me llamaba Celeste.

-Vente.
-¿Dónde? -le pregunté extrañada.
-Se me olvidó planificar esa parte del secuestro. Da igual, donde sea.
-Pues vas a tener que esperar. Tengo que entrar a casa y luego ten...
-No, no, no... Venga, por fa.
-Ah, ah... Luego te llamo.

Le besé rápido. Fui a entrar y vi que una carta asomaba del buzón. La sostuve y leí para quién era. Era para mi y la dirección, si no recordaba mal, de cierto barrio pijo.

-¿Qué es? -preguntó Lucas.
-Facturas. Bye, después te llamo.

6 comentarios:

  1. Que guachi molongui!!!!! xDDDDD pork m tardas tanto con los capitulos? Joooo!!!! Con lo k m gustan leerlos!!!! Espero el siguiente un pokitito mas pronto!!!! Un besote wapa, lo haces genial!!!! Pero una cosa... comprueba las palabras que deberias de poner en singular o plural, k a veces pones las dos cosas!!! xD como por ejemplo... la exposiciones.. (es solo un ejemplo, xD) Lo demas.. genial!! Un besazo wapisima!!!

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  2. Weeeee, has subido!:D
    Me ha gustado muuuuuucho, además vacaciones en la Costa del Sol, cómo no! si es el lugar más bonito del mundo(sí, soy de la costa del sol jajaja)
    Y Lucas, aish! es demasiado querible(L) jajaja
    sigue así de bien preciosa!(:

    MUAK!

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  3. ¡¡¡Estupendo!!! ¡Cómo has mejorado en poco tiempo! Si sigues así... ¡Madre mía! Me ha gustado mucho, he encontrado el texto mucho más ligero, explícito y natural... Me ha gustado, sí... ¡A propósito! Yo también soy de la capital de la Costa del Sol. Uno de los lugares más hermosos del mundo. =))
    Muchos besos.

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  4. aahh! sigue scribiendo!!!!
    y no tardes muxo en scribir xfaa =(

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  5. Holaa!! Me siento muy identificada con esta chica! Me llamo Celeste y suelo actuar como ella antes las situaciones del día a día! Y mi gran amiga... Se llama Andrea! Un beso,

    Posdata: Me uno! :P

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  6. Volviiii y me leí todo del tirón!
    Sigue pronto, porque cada día está más interesante...juju
    Quiero saber ya todos los misterios.

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